Recuerdo que al terminar mi primera veneratura tuve un sueño, quizás una quimera, porque la Logia era una pequeña y frágil sociedad en la que todo se amplifica y extremiza. Un sueño… que la fraternidad ocupe el merecido y único primer puesto, sin ex aequo. Que pensemos en lo que puede pensar el otro antes de tomar la palabra, que le justifiquemos a priori y que le ayudemos a su manera, no solamente a la nuestra; que nos “soportemos” con paciencia y amor a sabiendas de nuestro estado anímico, haciendo el esfuerzo por intuir el del otro. Eso es saber reconocerse de verdad, ahí tenemos un compromiso del Amor, con mayúscula.
(Unidos en la diversidad, fortalecidos en la fraternidad. Un libro de Brenno Ambrosini)
Música y masonería
Tolerancia y apertura mental
La eterna pregunta
Existe una lucha interior
Estoy a vuestra disposición para debatir todos estos temas presencialmente y telemáticamente y seguir aprendiendo de
vosotros – info@brennoambrosiniglse.org